11 mayo 2023

Un día de vacaciones

Me levanto a las 8:20. Tarde. Quería haberme levantado a las 7:30 para irme acostumbrando. Al menos no me han dado las 10 como otros días. Es increíble lo bien que se duerme aquí.

Hago ejercicio. Media hora de paseo mientras voy pensando en mis cosas y me organizo el día. Renuncio a ir a hacer compra al necesitar muy poca cosa y que sólo me quedan un par de días antes de volver. Me planteo alargar el paseo hasta hacer 1h andando pero sé que sólo es procrastinar por no hacer el ejercicio de verdad. Consigo superar la pereza y al terminar los 30 minutos andando hago 3 series de 12 flexiones, 20 sentadillas, 20 elevaciones de pelvis y 20 abdominales. Termino sintiéndome satisfecho por haber superado la pereza. Y porque hace tan sólo unos días no conseguía terminar todas las flexiones. La espalda hoy no me ha dado problemas pero estos días me ha dado un par de sustos gordos. Voy a tener que hacer algo.

9:20 me ducho. Me lavo los dientes. Tiendo la toalla en la azotea. Hace un día cojonudo, soleado pero mueve aire fresco. Me visto. Decido ponerme guapo (...dentro de mis posibilidades) y vestir "bien", para variar, ya que me he pasado las vacaciones en pantaloneta y camiseta de chándal. Me pongo pantalones de vestir (no vaqueros) y camisa de cuadros remangada. Desayuno un café con leche y 2 tostadas. Mantequilla y mermelada, de fresa. Siento que me lo he ganado. Pongo una lavadora antes de salir.

10:00 salgo de casa. Camino por el paseo, junto a la playa, mientras escucho música de la nueva remesa que estoy preparando (desde hace años, lo sé, pero juro que está a puntito). Hace solecito, una temperatura ideal, sopla aire fresco y escucho música buena y bastante nueva, por lo que voy caminando mientras sonrío como un idiota. En 20 minutos llego al pueblo. Callejeo un poco y visito un par de librerías con la esperanza de encontrar Volver a empezar de Ken Grimwood (sería una adición ideal a mi biblioteca y hace semanas que lo tengo en la cabeza) pero estoy abierto a lo que me llame la atención. Finalmente compro uno que considero intrigante de alguien que estuvo loco. Otro de un género que ni de coña es el mío pero es un tema serio y ha ganado premios así que decido darle una oportunidad. Y el tercero de ensayo sobre un tema que me interesa y por el buen recuerdo que me dejó su autor con El vellocino de oro. Al escogerlo recuerdo cuando me apunté a la UNED y me lamentaba de que los libros de texto no estuvieran escritos por gente de la talla de Asimov o Roberto Tumbas. Pago menos de 60€ por todo. Me parece una ganga.

Salgo de la librería, callejeo otro poco y encuentro una cafetería con buena pinta. En realidad es una pastelería, con un surtido de bollería recién hecha que me tienta como un súcubo en celo. Consigo resistir los cantos de sirena y pido sólo un café con leche. Me lo llevo a una esquina para disfrutarlo mientras ojeo mi botín. 


El curasanito me lo pusieron de regalo (¿tapa?) y le hice buen aprecio. Estaba recién hecho. Se me hace la boca agua de pensarlo.
Me tomo el café mientras leo una o dos páginas de cada libro. Finalmente me levanto y vuelvo para casa. Paseo todo el camino de vuelta tarareando las nuevas canciones.

Llego a casa para las 12:00 más o menos justas. La lavadora ya ha terminado. Tiendo la ropa, subo a la terraza y me pongo a tomar el sol. No me doy crema, estoy 20 minutos panza arriba y otros 20 panza abajo. Lo llevo haciendo en días alternos desde que estoy aquí y parece que poco a poco consigo coger color sin llegar a quemarme. El tiempo dirá si también he evitado el melanoma. Volver a casa igual de blanco que cuando me vine me daría vergüenza.



Me pongo ropa más cómoda y bajo. Hoy no me apetece cocinar ni repetir arroz con verduras. Juego un rato al ordenador, al FTL. 
A las 14:30 caliento una lata de cocido madrileño y me la zampo bastante a gusto. De postre sandía. 
Empiezo a ver el reino de los cielos pero me empieza a dar bastante pereza y para las 15:30 me subo a echar la siesta.

Ando algo desvelado. Mi mente salta de un tema a otro y acaba volviendo a la relación con S3. Me da por releer nuestras últimas conversaciones en el móvil. Ahí ya me altero y me desvelo del todo. Son las 16h. Salgo de la cama, bajo y me doy otro paseo de media hora revisitando mentalmente todo el fin de la relación y lo mal explicado que quedó en nuestra última conversación. Me pasa por la cabeza la idea peregrina de redactarlo todo y mandárselo pero la desecho de inmediato. ¿Para qué? No arreglaría nada, no cambiaría nada. Tan sólo removería la mierda. Ella probablemente habrá pasado página así que mejor no hurgar. Ideas tontas. Más o menos por estas fechas hace un año de que se fuera todo al garete, imagino que por eso ando especialmente intranquilo. Y estar aquí me hace pensar otra vez en cómo habrían sido estas vacaciones con ella. Otra vez... como vengo haciendo los últimos años cuando me vengo de vacaciones.

16:30 termino el paseo y me quito por fin el tema de la cabeza. Me pongo a jugar un rato al Trigon. A las 17:30 paro, salgo al jardín a tomarme un café con leche bien frío y me meriendo un plátano mientras leo sobre las voces que oía Ángel Martín. A las 18h recojo la ropa tendida y vuelvo a ponerme a jugar.

Para las 20:15 me pongo a cocinar la cena. Lubina al horno con patatuelas asadas. Mientras se va haciendo lleno el friegaplatos y recojo y limpio la encimera.

Horno a 180º. Preparo las patatas: las riego con aceite (generoso), una pizca de sal, otra de pimienta y hierbas provenzales. Un tazón de agua y las Meto 20min. Las saco, les doy la vuelta y las vuelvo a meter otros 20min. Las saco, las volteo de nuevo y les pongo una rejilla por encima y sobre ésta la lubina. Pese a llevar todo el día en el frigorífico no se ha descongelado del todo por lo que decido tenerla 15 minutos en vez de 10. Le echo por encima cucharadas del aceite de las patatas y al horno con todo. Ha acabado siendo un error (el pescado estaba un pelín seco, con 10 min. le bastaba. Eso sí, las patatas perfectas) pero aun así una cena espectacular. La he pasado con una botella de vinillo dulce con gas.


He terminado de cenar sobre las 22h y he seguido viendo El reino de los cielos. A las 23:30 he llegado a la pausa para mear de la peli. Como estaba algo animado por el vinillo me he dado otro paseo de media hora, pensando en lo cojonuda que estaba la cena y lo de puta madre que había resultado el día. Ahí es cuando se me ha ocurrido que podía ser interesante subirlo al blog. Porque sí. Como recordatorio de que se puede estar a gusto y disfrutar del día estando solo. No todo van a ser paranoias, neuras, apatía y estar encerrado en casa.

12:00 empiezo a escribir el post.
No ha sido un día perfecto. Para ello me sobran horas jugando al ordenador y le faltan 2 o 3 sesiones de sexo, algo más de lectura y tocar la guitarra. Pero coño, se le ha acercado bastante. He tenido un par de esos escasos momentos en que he dicho para mis adentros: qué gozada es esto, qué de puta madre estoy


Estos días de vacaciones aquí yo solo he tenido muchos pensamientos chungos recurrentes hasta culminar con el bajonazo de hace 4 días. Desde ese momento ya me he quedado más tranquilo. Quizá sólo es que necesitaba soltar tensiones. Al menos hoy he controlado la situación muy bien y tenía bastantes papeletas para desmandarse.

Sea como sea aquí queda este día para la posteridad. Espero tener muchos más como este.

1:40 termino el post. Me voy a la cama. Tengo la sensación de que voy a dormir genial.