30 junio 2007

Miedo

Me da miedo despertarme un día con 50 años sin saber cómo han llegado tan rápido. Pensar ¿dónde ha ido mi juventud? ¿Qué ha pasado con ella? ¿Por qué no realicé ninguno de mis sueños, ni cumplí con mis planes?

Me da aterroriza darme cuenta, en mi lecho de muerte, que siempre he sido un espectador de mi propia vida, demasiado acojonado para hacer nada y cambiar la situación, cuando ya sea tarde para cambiarlo.

Me da asusta el ahora. Me asusta el futro. Me da miedo cambiar. Me da miedo no ser capaz de cambiar. Me da miedo la vida, vivirla, y no vivirla. Me dan miedo las decisiones y me da miedo no ser capaz de tomar una sola en toda mi vida.

Me asusta ver como poco a poco la vida va pasando, como granos de arena cayendo en el reloj. Ver cómo me limito a observar cómo caen. Ver cómo en un parpadeo ha caído un tercio de la arena sin que haya hecho nada. Pensar que en el siguiente parpadeo pueda seguir aquí plantado, mirando como caen...

Me asusta que llegue a caer el último grano de arena habiéndome limitado a estar vivo, sin vivir. Y también me asusta vivir.