31 diciembre 2022

Balance de fin de año - 2022

2022 no ha sido un buen año.

Evitaré el drama: tampoco ha sido nefasto. No las he pasado putas, ni lo considero un mal trago. Ha sido un mal año pero de forma moderada. Ha sido más un comentario pasivo-agresivo que una bronca a gritos.

Veamos...

Para empezar el cambio de puesto en el trabajo en abril se me ha hecho un poco bola. Estaba muy a gusto donde estaba, con el sitio, el curro y la gente. Se había convertido en una zona de confort y he tenido que  salir de ella y empezar de nuevo casi de cero. La parte positiva es que adaptarme no me ha llevado tanto. Tras 6 meses ya me desenvolvía bastante bien.

Lo que no me esperaba ha sido la ¡sorpresa! de coincidir con S1 para revivir viejos traumas que creía ya superados. Al menos la crisis me duró sólo un día y a fecha de hoy ella sólo es otra más en la oficina, así que otro minipunto para mí.

Siguiendo con el trabajo el colega con el que me llevo DPM y único amigo que he hecho en décadas ha dejado la empresa y se ha buscado algo mejor. Seguimos quedando para tomar cervezas pero es que antes hablábamos a diario. Memes quedarán sin compartir y noticias sin comentar. A ver qué tal salimos del cambio, que conociéndome conservar amistades se me da tan mal como hacer nuevas. ¿El lado bueno? No me he machacado con el "mírale, progresando y haciendo algo con su vida mientras yo sigo exactamente igual que hace 15 años. Soy un desastre, un desgraciado sin ambición alguna. Una ballena varada en la orilla que agoniza al sol...". Y eso que lo tenía a huevo. Pero no, he decidido anteponer mi comodidad (reducción de jornada) y vivir mejor necesitando poco que "correr la carrera de la rata" como lo llama él.

En cuanto a salud empecé por febrero con una contractura cojonuda en el lomo. Y además por la cara, de gratis. Sin estar levantando peso con mala postura ni nada, de hecho estaba sentado teletrabajando. Me desperté estando bien y a la que paro para ir al baño descubro que estoy jodido y casi no me puedo mover. Esperé un mes antes de ir al médico. Al acabar el tratamiento estaba mejor pero todavía tocado. 2 meses yendo a fisioterapeuta y seguía igual. Al final del año parece haberse curado casi del todo aunque aún noto una ligera molestia. Espero que acabe desapareciendo del todo por sí solo...

De las contracturas de los antebrazos y el dedo que se atasca (¿dedo en gatillo?) prefiero ni hablar. También ha sido bonito cagar sangre un par de semanas sueltas del año. Y la inflamación de media cara (glándula parótida) durante un par de días, aunque es más anecdótico. Espero. Eso por mi parte. 

Mis padres empiezan a estar delicados. En mayo cogimos todos el Covid, del que nos habíamos librado hasta ahora, llegando a tener a mi madre hospitalizada en casa con oxígeno. Y para terminar el año tuvimos susto de mi padre con la gripe, tan débil que no podía ni toser y casi no podía respirar y le tuve que llevar a urgencias. Y otro par de sustos de mi madre. Primero le detectaron una arritmia y le recetaron heparina. Y segundo se cayó en el baño golpeándose la cabeza. Con la heparina ha tenido MUCHA suerte de que todo haya quedado en moratones enormes.

Respecto a la lista la verdad es que muy flojo. He andado todo el año muy desmotivado y apático, en general. Las vacaciones no las he disfrutado prácticamente nada. No he salido a correr. He dejado de intentar llevar una dieta equilibrada. Por mi cumpleaños tuve un parón de mes y medio de hacer seguimiento en la lista. Incluso he dejado de leer mis feeds de noticias. No he leído absolutamente nada en todo el año. Ni tocado la guitarra. He dedicado la mitad de tiempo que el año anterior a escuchar música nueva y cocinado más o menos lo mismo. El blog muy dejado, unas 12h en todo el año. Me he comprado un termo que llevo todos los días al trabajo y tengo siempre delante con agua fresca, por lo que al menos eso lo estoy cuidando un poco más.

He hecho un poco más de ejercicio que el año anterior y el nuevo puesto de trabajo lo tengo a 20 minutos, por lo que muchos días voy y vuelvo andando. Me muevo más pero aun así he seguido engordando. El año pasado gané 5Kg. Este año he ganado otros 4 a ritmo lento pero seguro.


Ha sido un año de batir mi propio récord de peso una y otra vez, con el impacto en el estado de ánimo que conlleva. Y ya estoy 17Kg por encima de lo que debería. Hasta he tenido que comprar pantalones para gordos aumentando una talla porque ya no cabía en ninguno.

La palabra "Atocinado" siempre me ha hecho especial gracia. 


Mi estado de ánimo no ha sido tan malo como se podría esperar


Por lo demás destacaría que ya he cumplido el año sin tabaco. Y más de 6 meses sin vapeo. De modo que doy por consolidado y merecido el título de ex-fumador. Escribiré un post dando detalles del cómo lo he conseguido.

Y he dejado el acontecimiento del año que más impacto ha tenido (y tendrá) para el final.

Mi relación con S3 ha terminado tras 16 años. Por mi parte tras una fase de frustración y estar a punto de arrepentirme e intentar seguir en el último minuto la sensación que me queda es de pena. Ha terminado sin rencores, tras ver que desde hacía meses (si no más) no funcionaba.

Esto fue por julio. Los meses previos y posteriores no he parado de pensar en ello a diario. Ahora ya me voy haciendo a la nueva situación y se va normalizando, aunque por salud mental me he tenido que prohibir dedicarle tiempo de proceso a cómo lo estará llevando ella. Es una pregunta tóxica y casi todas las posibles respuestas me habrían dado munición para machacarme.

En cualquier caso, me doy a mi mismo la bienvenida a la vida monacal de contemplación. Conociéndome me durará hasta la sepultura. En fin. Ha estado bien mientras ha durado.




En resumen, no se puede decir que 2022 haya sido amable conmigo. Tampoco terrible. Yo creo que la descripción que mejor se ajusta es decir que he perdido el norte. Me desorientado y tomado un descanso. Y ahora toca volver a encontrar el camino y a partir de aquí recorrerlo en solitario. 

Mis principales objetivos para 2023 serían los mismos que me propuse el año pasado: hacer más ejercicio, cuidar mi dieta y retomar la guitarra

¿Que debería ser algo más concreto, dices? ¿Que si no todo queda en palabras vacías y acabo no haciendo nada? De acuerdo, me has convencido. Veamos:

    - Hacer ejercicio aeróbico y de fuerza 2-3 veces por semana. Correr/VR y mancuernas/calistenia. 

    - Comer según el plato de harvard: la 1/2 de fruta y verdura, 1/4 proteína y 1/4 carbos. Vigilando tamaños de raciones e intentando erradicar picoteo y comida basura como si fueran sucios xenos. Entre estas dos espero conseguir adelgazar, quizá no los 14Kg pero sí algo que se note. 

    - Al término de 2023 haber dedicado un mínimo de al menos 183h horas al año a la guitarra (media hora al día). Voy a probar con Justinguitar. Si me animo y la pandemia sigue tranquila puede que busque profesor particular.

El ejercicio y la dieta son por salud pero sobre todo por autoestima. La guitarra porque me va a ser imprescindible tener un hobby en el que volcar todas las horas que pueda ahora que no tengo a nadie. Y jugar al ordenador acaba siendo un sumidero que se traga mi vida entera.

De conseguir eso ya me daría por satisfecho. Recuperar hábitos de lectura y de escribir en el blog sería la guinda, pero de momento ni aparece en mi radar. Mi objetivo a largo plazo sigue siendo crear un ejército de clones con el material genético que tengo acumulado en mi papelera y usarlo para conquistar el mundo y convertirme en líder supremo... pero esto me lo tomo con calma de momento.


Espero que vuestro año haya sido mejor.

S3, te deseo lo mejor. Espero que te vaya bien en la vida. Que la suerte te sonría (por fin) y consigas lo que te propongas. Te lo mereces.

Pablón, espero que los reyes te regalen un peine. Mándame recetas para ollas con botones.

A mi excompañero: te deseo buena suerte en el nuevo curro y en casa. No te diré que dejes de correr en la rueda, rata, pero sé consciente al menos de que  puedes relajar el ritmo de vez en cuando.

Y JW, espero que dentro de lo jodido ya hayas pasado lo peor y todo se resuelva sin convertirse en una peli de terror. Que sepas que me tienes disponible cuando quieras que me salte la dieta, tomar cervezas y descuartizar gladiadores.


Os deseo un feliz año a todos.


06 septiembre 2022

Personas altamente sensibles

Hace ya un puñado de años que en una de esas sesiones de mirarme el ombligo reparé en otro aspecto de mí mismo. Soy bastante emocional. Mi forma de describirlo era la siguiente: Soy más emocional que lo normal. Estoy un par de puntos por encima de la media, en la escala de intensidad emocional en varones. Nada extremo, nada escandaloso. Una simple peculiaridad más sobre mi carácter, que tanto me gustaba diseccionar y analizar. Y desde luego así explicado suena mucho mejor que el eres un intensito que me han llegado a decir...

Y he seguido con mi vida sin darle mayor importancia, un mini-dato más sobre mí mismo. Soy introvertido. Soy inseguro. Soy emocional. Soy un dios del sexo muy humilde...

Hasta que he tropezado por casualidad con un vídeo de Psych2Go que encaja demasiado bien, explica más cosas de las que esperaba. Y he pensado que sería buena idea repasarlo con vosotros.



Ya de entrada menciona el ser atento, empático y creativo. Encaja. Suelo preocuparme por las emociones de los demás (miedo de hacer daño u ofender), tiendo a contagiarme de las emociones de quienes me rodean y siempre he sido bastante creativo (el blog, relatos, guitarra... aunque cada vez menos)

1 - Hiperreflexivo. Parece que mi tendencia a "sobrepensar", a darle demasiadas vueltas a las cosas, a "vivir más en mi mundo", también viene de ahí.

2 - Hipercrítico. Y el punto anterior conlleva poner a prueba las ideas nuevas buscando algo que no encaje (el feminismo y sus falacias/mentiras/errores es un hueso que no me canso de roer). Pero también el ser hipercrítico conmigo mismo, mis comportamientos, mi pasado y cualquier cosa que haga en la vida.

3 - Mala Autoestima. Surge del punto anterior. El analizarme y criticarme a mi mismo, a menudo desenterrando cosas del pasado para sentirme avergonzado o idiota por mis errores y desaciertos, contribuye a acabar teniendo una autoimagen negativa. A verme a mí mismo como un idiota/inadaptado/torpe social/etc.

4 - Hipersensibilidad. Ya me quedan lejos los tiempos en que me identificaba con el joven Werther. Pese a que n unca he llegado al extremo de cierta conocida, que rompió a llorar de la emoción al ver cómo el concursante de Pasa Palabra por fin ganaba el premio gordo, sí que por ejemplo es frecuente que se me escape alguna lagrimilla viendo películas. Si no lloras con el inicio de Up o el tercer acto de Million Dollar Baby es que estás muerto por dentro. E incluso con canciones, no son pocas las que me han arrancado alguna lágrima. Mención especial a Elegy de Dave Brubeck, que lo consiguió pese a no tener ni letra (no he oído nada más triste en mi vida).

4 - Cambios de humor. No llego al extremo de la mariposa, pero sí que puedo estar teniendo un buen día y basta que se cruce por mi cabeza un mal pensamiento para jodérmelo por completo. Puede que algo evoque un mal recuerdo, o que en un momento concreto me sienta ridículo por algo o que he metido la pata de algún modo. O que simplemente de estar a gusto y alegre pase a un estado de ánimo más neutral, empiece a analizar ¿qué ha ocurrido para que termine el buen rollo? y a base de sobrepensarlo descubra 100 motivos por los que mi vida es una mierda y doy asco hasta a los perros provocando así el estar hundido durante días. O semanas.

Y también me han llegado a decir que sospechaban que fuera bipolar...

5 - Altamente empático. En el sentido de que se me contagian las emociones de los demás. Pensaba que esto le pasaba a todo el mundo, como los bostezos, pero por lo visto hay personas que pueden mantenerse felices mientras un compañero de trabajo (por ejemplo) está de malhumor.

6 - Propensión a abrumarse. En mi caso la pérdida de concentración y especialmente el mal humor son bastante típicos por cualquier cosa, como el estrés por picos de trabajo o por estar fuera de mi zona de  confort. Creo esto último, el estrés por sentirme expuesto y en lugares/situaciones con las que no estaba familiarizado, ha sido especialmente representativo durante mi relación con S3.

7 - Sentimientos de insuficiencia y culpa. El vídeo los achaca al punto anterior, surgiendo de observar las propias dificultades para concentrarse o no funcionar tan bien como uno quisiera. En mi caso no lo veo tan directo, pero un poquito de síndrome del impostor sí que tengo en el curro. Ignoro si estará relacionado o será simplemente otra manifestación de mi inseguridad.

8 - Dificultades para establecer límites. Y en esto también me veo reflejado. En mis relaciones de pareja, laborales y sociales tiendo a hacerlo. Por dos motivos, para evitar el conflicto (sumamente desagradable para mí) y también como dice el vídeo por evitar ofender a alguien que me importa. El problema es que esto acaba haciendo que uno reprima sentimientos, por ejemplo: no estoy a gusto con X aspecto de la relación --> me lo callo e intento ignorarlo por no hacer daño ni tener bronca --> acaba saliendo por otro lado o funcionando como una olla a presión y exploto por alguna otra tontería.

Tampoco siento que se hayan aprovechado de esto, al menos no a menudo, aunque sí que me he visto con muchas papeletas para acabar de víctima de maltrato. Una que dé el perfil lo tendría fácil conmigo.

9 - Inseguridad: A ver, que esto es una piedra angular de mi personalidad. Aunque en el vídeo lo concreta más. ¿Inseguridad con respecto a ser especialmente sensible? ¿Por las pocas (gracias a dios) veces que he llorado o estado a punto en público? ¿O alguna mirada de un familiar cuando se me escapa una lágrima viendo una peli? Sí, puede ser. Pero lo considero mínima la inseguridad que me genera eso en concreto en comparación con la INSEGURIDAD de mi personalidad.

También he tenido suerte y no me ha pasado nunca con una pareja sentimental que me ponga mala cara por mostrarme sensible, que me consta que no es algo raro.



Lo dicho, el vídeo junta un montón de observaciones diferentes que había hecho sobre mí mismo "diseccionando mi problema" y lo junta todo en un tipo de personalidad. Encaja. encaja demasiado bien. Y me jode que no había oído hablar de esto hasta ahora.

En fin, bueno saberlo. Aunque a estas alturas tampoco es que cambie nada.


Os dejo con otro vídeo más, aunque viene a decir lo mismo




06 julio 2022

La fiesta ha terminado - Mi actitud ante la vida con 40

Hace no mucho estuve hablando con varios colegas sobre la crisis de los 40. Ese momento en que los hombres nos planteamos ¿qué cojones estoy haciendo con mi vida? y nos da por hacer gilipolleces, como comprarnos ese deportivo que siempre quisimos.


Personalmente los 40 no me han caído especialmente mal. Yo la crisis gorda, en la que tuve que replantearme mi vida entera, la tuve a los 35.

 Ahora con 40 mi actitud ante la vida sería algo así:


La fiesta ha terminado. Todo lo excitante, sorprendente, interesante y maravilloso que podía pasarme ya me ha pasado.

Ahora me he quedado solo. En mi bar vacío. Con ese estridente silencio que sólo se consigue cuando paras la música que estaba sonando demasiado alta. Las luces encendidas, rompiendo por completo cualquier promesa de diversión. Y está todo pegajoso, lleno de mierda.

Lo que me queda por delante es reunir todos los vasos y poner un lavavajillas. Recoger basuras y apilar las bolsas que haga falta junto a la entrada. Limpiar la barra y las mesas. Poner las sillas sobre las mesas y barrer y fregar los suelos. Incluso alguna parte más desagradable como limpiar el baño.

Y cuando finalmente termine con todo sólo me quedará apagar las luces, cerrar la puerta e irme a dormir.

La vida a partir de los 40 es esperar, manteniéndote ocupado (y si tienes suerte entretenido) a que llegue el momento de irte a dormir.


No es una sensación desagradable. No es algo con lo que martirizarme o torturarme pensando en el tiempo desperdiciado, o las vivencias que no he tenido y ya nunca tendré por ser demasiado tarde. Es más una sensación de plácida melancolía, sabiendo que con 40 años el tiempo para "exprimir" la vida ya quedó atrás. Es rutina, cosas que hacer.

Lo más que puedo hacer ahora, para amenizar el rato que me queda, es poner algo de música, más tranquila ahora, que me haga más llevadero este rato. O quizá incluso tenga la inmensa suerte de que una cara amiga se haya quedado conmigo para hacerme compañía y me da conversación mientras yo limpio y recojo.


Esa es la sensación que tengo ante la vida, con 40 años.

Sin duda las habrá mejores. Pero esto sigue siendo mejor a sentir que desciendes en la espiral y que el Sunset Limited es la única salida.

Por lo demás sigo envidiando a la gente que tiene ganas de vivir. Que tiene algo en su vida que le haga saltar de la cama cada día dispuesto a comerse el mundo, y disfrutar mientras lo hace. A quienes han encontrado una pasión, una luz brillando en el norte que les marque el camino. Nunca ha sido mi caso. A estas alturas tampoco me torturo con ello.

Sigo sin encontrarle ningún sentido a todo esto. Sigo con la sensación de no encajar, de estar "fuera del mundo". De ser un jarrón que se ha roto demasiadas veces y cuyos añicos han sido recompuestos con pegamento. Por mucho esmero que se ponga nunca quedará como el original. 

Y todo esto lo digo sin la urgencia del joven Werther. Eso ya quedó atrás. Esa intensidad, los colores brillantes, ya se han apagado. Como un cartel dejado mucho tiempo al sol.

Mis objetivos principales en la vida serían:

1º No sufrir. Esto implica no exponerme más de lo necesario. Es el "quien no arriesga no pierde", aunque tampoco gane nada. Dicen que la vida es tropezar y levantarse, una y otra vez. Aunque esto sea válido en la mayoría de los casos cuando sientes que estás caminando por el borde del acantilado simplemente no puedes permitirte caer de nuevo.

2º No amargarme ni llenarme de odio. Cada vez lo encuentro más importante. Encontrar algo que odiar es una manera sencilla y efectiva de evitar que todo ese odio se vuelva contra uno mismo. Pero tiene sus peligros, mejor intentar controlarse. Odiar puede ser como una droga, adictivo.

3º Disfrutar de los pequeños placeres. En el más puro sentido epicúreo. 



La lista ha perdido fuelle y llevo algo apático desde hace años. Tengo la guitarra abandonada desde que estalló la pandemia, por ejemplo. Veremos cómo evoluciona.




25 mayo 2022

El fantasma de las navidades pasadas


Este lunes se apareció ante mí el fantasma de las navidades pasadas, causando ciertos estragos.

En un primer momento me costó reconocerlo sin su peto vaquero, pelo largo ondulado y costra en la barbilla como le recordaba.

Se me apareció para atormentarme acerca de mis errores del pasado. Para hacerme revivir la agonía de mis antiguos fracasos. Para arrastrar mi mente de vuelta a los oscuros años de la paranoia de la tienda de camas. Para desenterrar mi trapos sucios, mis vergüenzas más íntimas, y flagelarme con ellas hasta el hueso. Para echarme en cara los daños causados y exigir penitencia por todos los agravios...

En realidad no, no ha sido así en absoluto. Lo cierto es que ha sido como un viejo amigo que te encuentras por casualidad y se interesa por saber qué tal te ha ido la vida. Ha sido simpático y agradable. Sólo nos ha faltado la cerveza mientras nos poníamos al día, ese era el tono.

Pero conociéndome el efecto ha sido el antes mencionado. Sí, el lunes tocó crisis. Como excusas diré que últimamente no he estado muy boyante y me pilló con la guardia baja.

El fantasma de las navidades pasadas no ha hecho nada inapropiado. Pero mi pasado, mi vida, yo, siguen siendo temas tabú, heridas abiertas, un nervio desenterrado y expuesto. El problema soy yo y mi superpoder para fijarme obsesivamente en lo peor de mí mismo. El centrarme en mis fracasos, en las épocas oscuras, en los pensamientos más lúgubres y en todas las cosas de las que pueda avergonzarme, con y sin motivo. El viejo hábito de buscar hasta debajo de las piedras munición que usar contra mí mismo... Sun Tzu estaría maravillado de verme: Su dominio de las artes de la guerra es espectacular, consiguiendo infligir el máximo daño. Pero se hace la guerra a sí mismo, por lo que asombrosamente la gana y la pierde al mismo tiempo.

Y ahora la parte positiva. La parte buena es que la crisis sólo ha durado ese mismo día, y ha sido de intensidad moderada. Calculo un 4.9 en la escala Richter de las crisis personales: bastante movimiento y ruido pero sin llegar a causar daños considerables. Antaño por algo así me habría hundido durante semanas. De hecho la última vez que me crucé con el fantasma de las navidades pasadas acabé en el hospital. 6 puntos de sutura. Por idiota.




Ayer y hoy ya he estado más tranquilo, aunque todavía algo tocado, descentrado, dedicando más tiempo del que debería a pensar en mi pasado y en el propio fantasma. Consecuencia, sin duda, de tener el dial de las emociones subido un par de puntos por encima de lo normal. Y de mi manía de ensayar conversaciones imaginarias. Pero incluso esto acabará pasando y volveré a mi normalidad en la que todo va "bien" o, al menos, es llevadero... mientras no piense demasiado en el pasado. Ni en el presente. Ni me fije en las vidas de los demás y me dé por comparar...




Siendo sincero y tras darle vueltas tengo que reconocer, por mucho que me cueste, que no todo lo que compartimos juntos fue malo ni traumático. Siendo justos la parte mala ni siquiera es lo más representativo de lo que vivimos. Hubo muchos más momentos agradables y felices. Más risas, más caricias, más lengüetazos inexpertos y dolor oval, más ñoñerías telefónicas y complicidad, más sensación embriagadora de aventura y descubrimiento adolescente... En definitiva hubo más cosas buenas en este lado de la balanza que nervios, estrés, miedos, renuncias, lágrimas y crisis en el otro. Tuvimos nuestros momentos, atesoro buenos recuerdos juntos y puedo decir incluso que aprendí de mis errores con el fantasma. Gracias a él pude cagarla más y mejor más adelante y cometer otros errores nuevos con otros fantasmas :D

Y en cuanto a lo malo intentaré evitar que acapare mi atención, que como ya he dicho no es lo más representativo. Y además ¿¡qué cojones!?, ya han pasado como 25 años. Todo esto ya ha prescrito. No tiene sentido seguir torturándome a estas alturas con ello.

Me ha gustado haberme cruzado otra vez contigo , fantasma, y saber que te va bien en la vida. Me alegro mucho por ti. Tienes mi más sincero... uhm... sea cual sea el antónimo de schadenfreude. Cuídate mucho y espero que sigas bien.

Y ahora deséame suerte en mi camino, mientras yo hago lo propio contigo.


Ains, qué recuerdos...