12 marzo 2012

The Sunset Limited

The Sunset Limited es el título de una película que se me ha metido en la cabeza.

Como era de esperar voy a destriparla sin piedad, dando por sentado que la habéis visto. Como soy un buen tío os doy la ALERTA DE SPOILERS.

Al tema. La película es... complicada de ver. Tan solo salen 2 actores, Tommy Lee Jones (White) y Samuel L. Jackson (Black), y durante la hora y media que dura están encerrados en la misma habitación, sin hacer nada más que hablar. Por si fuera poco no hay versión doblada a castellano y hay que verla en V.O. Black habla con un acento de nigga inculto tan marcado que se hace difícil seguirle incluso con subtítulos. Y White usa un lenguaje tan culto que hasta Black tiene que preguntarle el significado de algunas palabras.

¿Y de qué hablan durante hora y media como para haberme atrapado y que le sigas dando vueltas durante semanas? De uno de mis temas recurrentes, el suicidio.

Según parece (aunque no se ve en la peli) White intentó suicidarse saltando a la vía cuando el Sunset Limited se acercaba. Black estaba allí, lo vió todo, y le sacó de la vía. Después se lo llevó a su casa para tratar de ayudarle y quitarle de la cabeza la idea de suicidarse (es muy religioso y ha orientado su vida a cumplir con el rol de buen samaritano).


La película comienza con ambos sentados a la mesa frente a frente, con un silencio incómodo y tamborileo de dedos que finalmente rompe Black al preguntar por qué hoy, qué tiene este dia de especial. White, ansioso por escapar de allí durante toda la película, contesta que nada. Es su cumpleaños, pero eso es irrelevante. Es un día tan bueno como cualquier otro para coger el Sunset Limited.

Black pasa toda la película intentando averiguar el motivo, qué impulsa a White a desear su muerte, para poder salvarlo. Su fallo, su incapacidad para entenderlo, radica en que no hay ninguna causa externa. No es el tipico suicidio accionado por un evento traumático que espera y contra el que al menos sábe cómo actuar. Éste se lleva gestando toda una vida.

Black: Creo que cualquier hombre que desee ser arrollado por un tren debe tener algo en su mente. Tu dices que no crees en nada pero no me lo creo. No creo que nadie desee la muerte por nada. Lo que creo es que cuando diste el gran paso desde la plataforma lo estabas agarrando contigo y sujetando fuerte contra tu a tu lado a la espera del tren.

Algo que me ha llamado la atención es cómo el propio Sunset Limited se convierte en un efumemismo del suicidio.
Black: Entonces lo que daba sentido a tu vida, toda esa cosa cultural, se ha venido abajo y por eso quieres suicidarte? Eres un adicto a la cultura.
White: Quizá tengas razón y no crea en nada. Bueno, creo en el Sunset Limited.
White: Sea cual sea mi problema no es algo que se pueda superar con una botella de Whiskey.
Black: Y con qué se puede superar
White: Tú ya sabes con qué
Black: El Sunset Limited
White: Sí.
Black: ¿Por qué no empiezas de cero? Quiero decir, si todo lo que eres, y todo lo que tienes, y todo lo que has hecho, te ha llevado a comprar un billete sin retorno para el Sunset Limited no puedes darme una sola buena razón para salvar nada de ello. Si consigues cerrar la puerta detrás de todo eso hará frío, y estarás sólo y aullará un viento salvaje. Pero tú no haces nada. Sólo te subes el cuello del abrigo y sigues caminando.

Otra de las cosas que más me han gustado de la película son las perlas que va soltando White. Todo lo que dice podría considerarse como un ejercicio de racionalización de la depresión crónica.

Algunos ejemplos memorables serían:
White: El sufrimiento y el destino humano son lo mismo. Cada uno es la descripción del otro.
Black: ¿Qué crees que está mal en ti para haber reducido todas tus opciones al Sunset Limited?
White: No creo que haya nada malo en mí, creo que finalmente he llegado a descubrir la verdad. Si soy diferente no significa que esté loco.
White: El mundo es básicamente un campo de trabajos forzados, del que los trabajadores, todos ellos inocentes, son apartados por lotería, unos pocos cada día, para ser ejecutados.
No creo que sea sólo mi forma de ver el mundo, creo que es como es en realidad.
¿Hay visiones alternativas? Claro que sí. ¿Soportaría cualquiera de ellas un análisis exaustivo? No.
Y sobre la racionalización de la depresión (o justificación intelectual del suicidio) hay varias frases que me han impactado:
White: Puedes acostumbrarte a perder cosas, no te queda otra. Renuncias al mundo línea a línea. Te conviertes en un cómplice de tu propia aniquilación. No hay nada que puedas hacer para evitarlo. Todo lo que haces cierra una puerta en alguna parte por delante de ti. Finalmente sólo queda una puerta por cruzar.
Creo que entiendo este argumento. Habla de rendirse, darse por vencido. Empiezas por renunciar a tener alguna vez esa vida de golfeo que siempre has deseado. Después a estudiar lo que te gustaría, haciendo algo más práctico. Luego, como ves que por lo general no congenias con el resto de las personas, renuncias a hacer amigos. Como no disfrutas de ir de juerga como parece hacer la inmensa mayoría renuncias a tener vida social. Renuncias a las chicas, a conocer a alguien, haciéndote a la idea de estar siempre solo. Renuncias a que nada cambie, a dejar de sentirte así algún dia. Renuncias a ser feliz. Poco a poco te vas quedando cada vez más vacío; te has ido despojando, parte a parte, de las ganas de vivir para evitar el dolor y la frustración. Finalmente es inevitable llegar a un punto en que no te queda más que tristeza y apatía. Sólo queda una cosa a la que puedas renunciar y es a seguir viviendo. ¿Por qué seguir? Cada minuto duele y la vida carece por completo de sentido o ilusión.


El final de la película es impresionante. Hasta ahora Black ha estado dominando la situación, ganando tiempo, intentando convencer a White y conseguir que vea las cosas desde su punto de vista. White, nervioso e incómodo, estaba cohibido y le daba la razón para poder irse lo antes posible. Finalmente se suelta, y es como si estuviera poseído, incluso tiene un brillo en los ojos y una mirada que dan escalofríos. Su monólogo, la actuación de Tommy Lee Jones, son impactantes:
White: No creo en dios, ¿puedes entenderlo? ¡Mira a tu alrededor hombre!, ¿es que no lo ves? Los gritos y el estruendo de los atormentados debe ser el sonido más agradable a su oído.
(...)
Tu hermandad es una hermandad de dolor y nada más. Y si ese dolor fuera colectivo en vez de meramente reiterativo su mero peso arrancaría el mundo de los muros del universo y lo enviaría quebrándose y ardiendo hacia lo que quiera que la noche aún fuera capaz de engendrar hasta que no fuera mas que ceniza. Y fraternidad.
¿Justicia? ¿Vida eterna? ¡Por el amor de dios, hombre! Enséñame una religión que le prepare a uno para la nada, para morir. Esa sería una iglesia a la que sí querría unirme. La tuya sólo prepara para más vida. Para sueños, ilusiones y mentiras. Quita el miedo a la muerte de los corazones de los hombres y no aguantarán ni un día. ¿Quién querría esta pesadilla si no fuera por miedo a lo que haya después?
(...)
La sombra del hacha pende sobre cada alegría. Cada camino acaba en muerte, cada amistad, cada amor. Tormento, pérdida, traición, dolor, sufrimiento, vejez, indignidad, enfermedades largas y espantosas... y todo ello con una única conclusión.

Tras el monólogo White se sienta rendido. Black le pregunta:
Black: ¿Cuánto tiempo hace que te sientes así?
White: Toda mi vida
Black: ¿En serio?
White: Es peor aún.
Black: No veo cómo podría nada ser peor que eso.
White: La rabia sólo está ahí en los días buenos. Lo cierto es que ya queda poco de eso. La verdad es que las figuras que veo se han vaciado poco a poco. Ya no tienen ningún contenido, sólo son formas. Un tren, una pared, un mundo, un hombre... una cosa oscilando sin sentido en un vacío aullante sin ningún significado en su vida. Palabras.
Finalmente Black queda derrotado. Durante el monólogo se  puede ver cómo algo se rompe dentro de él, cada palabra de White es como un golpe, le hire. Al final White consigue huir por fin y corre en busca de su destino con el Sunset Limited. Black se queda en la habitación roto, hundido, al borde del llanto. Le pregunta a dios por qué le dejó sacar a White de la vía si después no podría salvarlo.

No recibe respuesta.

09 marzo 2012

Lecturas de Enero y Febrero

Intento Falido: Cuentos populares rusos de Aleksandr Nikolayevich Afanasiev

El colega Alex fue un ruso del siglo XIX que se dedicó a recopilar cuentos eslavos de transmisión oral que iban a desaparecer, algo así como los hermanos Grimm.
Lo empecé con ganas, una recopilación de cuenticos parecía algo ligero, pero ya el primero era demasiado watefack para mí. Se titula El Zarevich Cabrito y la versión reducida viene a ser lo siguiente:

Los hijos de un zar, Ivanuchka y Alenuchka (chico y chica) quedan huérfanos y deciden irse a recorrer mundo.
Se ponen en camino y empiezan a pasar mucha sed. Ivanuchka quiere beber de un estanque junto al cual pastan un puñado de vacas pero su hermana se lo impide:
- No bebas, que te convertirás en  ternerito (lo dice así, como si fuera lo más normal del mundo. wtf?).
Éste obecede, hasta que llegan a un río junto al cual pacen unos caballos. De nuevo quiere beber.
- No bebas, que te convertirás en un potrillo.
Obedece y al rato un lago con ovejas.
- Que no, cabezón, que te convertirás en corderito.
Más tarde lo mismo con un arrollo con cerdos.
- No bebas, que te convertirás en un lechoncete
Finalmente llegan a una laguna con cabras
- No bebas que te convertirás en un cabritillo!
Pero Ivanuchka tiene mucha mucha sed y no le hace caso. Y bebe. Y se convierte en un cabroncete.
 - ¡Beee! ¡Beee!, ¡Beee!
- Mira que te lo dije, cabezón!
Llorando le ata al cuello un cordón de seda y siguen caminando. Llegan al palacio de otro zar y le cuentan su historia. A éste le da penica y como Alenuchka es tan guapa se enamora y casa con ella.

Un día una hechicera envidiosa hace enfermar a Alenuchka, que se queda pálida y pierde mucho peso. Al siguiente le dice que si se quiere curar vaya a la orilla del mar y beba su agua al amanecer y anochecer durante 7 días (todos sabemos lo terapéutico que es beber agua de mar). Alenuchka lo hace pero la perraca de la bruja le estaba esperando. Le ató un pedrusco al cuello y la tiró al mar. El hermano cabritillo lo vio todo y lloró mucho. Después la bruja se vistió como la zarina, se presentó en palacio y empezó a gobernar. El zar no se enteró del engaño.
Al poco la bruja empezó a comerle la cabeza al zar, diciéndole que no soportaba el olor a chotuno de Ivanuchka y que mejor se lo comían. El zar accedió pero el cabritillo, viendo cómo afilaban los cuchillos, le rogó que le dejaran ir a beber agua de mar para "limpiar sus entrañas". El zar le da permiso, Ivanuchka corre a la orilla y le llora a su hermana.
-¡Sálvame!¡Que me comen!
Y ella le contesta:
- glugluglu
Que quiere decir: "¡Ya quisiera, pero estoy en el fondo con los cangrejos y el pedrusco pesa demasiado como para salir a la superficie.
Así que el cabritillo desconsolado volvía a palacio.
Al día siguiente la misma función, el zar dice que se coman al cabritillo, éste pide ir a la orilla y le dejan. Vuelve tras rogar a su hermana que le ayuden pero no se lo comen.
A la tercera vez el zar ya empieza a sospechar algo (un tipo agudo él...) y sigue a Ivanuchka-cabritillo hasta el mar.
Ésta vez Alenuchka consigue salir a flote, el zar la ve y le desata la piedra del cuello. Le cuentan lo que ha pasado, queman viva a la bruja y viven felices everafter.

Ésto confirma mi sospecha tras leer al polaco de Geralt de Rivia y al Moscovita de Metro 2033: Los autores de la europa del este son bastante aliens para mi.

1 - Diario de una invasión Zombie de J.L. Bourne


¡Vuelve el género Zombi! El libro está bien, bastante bien. En este caso es prota es un piloto del ejército que está fuera de servicio cuando comienza el apocalipsis zombi. Tiene mucha acción. No lo flipa ni mete aberraciones como en otras novelas del género a pesar de que tampoco hay nada que la haga especial. Lo dejaré en que es una novela correcta y entretenida (que viendo lo que hay por ahí no es poco).

Por cierto, el autor me cae como el culo. Alguien capaz de dedicar su libro a quienes "combaten contra el terror en Irak" merece todo mi desprecio por tener el culo tan comido por la propaganda. Digooo, el cerebro.

2- ¿Está usted de borma señor Feynman? Richard Phillips Feynman


Éste me pareció muy interesante. Se trata de una autobiografía, casi se podría llamar anecdotario, pues no reapasa toda su vida por orden cronológico sino que va contando cosillas sueltas, sin rellenar todos los huecos. El libro es curioso, en la misma medida en que lo fue Feynman. Para quien no lo sepa fue un físico estadounidense, premio Nobel de física, que ayudó a desarrollar la bomba atómica en el proyecto Manhattan. En el libro cuenta cómo se unió a una banda de samba en Brasil, su afición a visitar bares de top less, etc. No perdía ni una oportunidad de intentar ligar con mozas. La verdad, uno se imagina a los físicos como personas aburridas. Leer a Feynman sorprende.

Todo un personaje, el libro consiguió arrancarme varias carcajadas. Lo recomiendo.

3- Cuentos infantiles políticamente correctos de James Finn Garner


Nada de lo que pueda decir sobre este libro podría ser más efectivo que una pequeña muestra. Dejaré que hable por sí mismo:
Erase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita Roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era.
(...)
—No sé si sabes, querida —dijo el lobo—, que es peligroso para una niña pequeña recorrer sola estos bosques.
Respondió Caperucita:
—Encuentro esa observación sexista y en extremo insultante, pero haré caso omiso de ella debido a tu tradicional condición de proscrito social y a la perspectiva existencial —en tu caso propia y globalmente válida— que la angustia que tal condición te produce te ha llevado a desarrollar. Y ahora, si me perdonas, debo continuar mi camino.
(...)
Sus gritos llegaron a oídos de un operario de la industria maderera (o técnico en combustibles vegetales, como él mismo prefería considerarse) que pasaba por allí. Al entrar en la cabaña, advirtió el revuelo y trató de intervenir. Pero apenas había alzado su hacha cuando tanto el lobo como Caperucita Roja se detuvieron simultáneamente.
—¿Puede saberse con exactitud qué cree usted que está haciendo? —inquirió Caperucita.
El operario maderero parpadeó e intentó responder, pero las palabras no acudían a sus labios.
—¡Se cree acaso que puede irrumpir aquí como un Neandertalense cualquiera y delegar su capacidad de reflexión en el arma que lleva consigo! —prosiguió Caperucita— ¡Sexista! ¡Racista! ¿Cómo se atreve a dar por hecho que las mujeres y los lobos no son capaces de resolver sus propias diferencias sin la ayuda de un hombre?
Coge cuentos populares y los adapta a los tiempos modernos. Pero lo hace empleando la misma subnormalización del lenguaje que emplean los políticos para arañar votos. Está plagado de eufemismos a cada cual más estúpido, eso sí, todos ellos muy políticamente correctos.

A quien se le salte la risa floja con los de miembros y miembras le gustará. Eso sí, recomiendo leerlo en pequeñas dosis. Tratar de hacerlo de tirón es tan pesado como leer un discurso de político.

Este libro me hizo retomar mis ganas por echar mano a las versiones originales de nuestros cuentos populares, esas llenas de gore y escatología antes que que las adaptaran a los tiempos modernos. Si es cierto lo que comentan en Jot Down:
en su versión primeriza Caperucita era una inocente mozuela cuya caperuza roja “le gustaba tanto, tanto, que no llevaba nada más”. Es decir, iba en pelota picada. Con razón los lobos del bosque se la querían comer.

Si alguien tiene localizado qué libro las recoge que me lo haga saber sin falta :)


4- La flecha en el aire - Ismael Grasa


¡Un libro serio! ¡Por fin! Pena que me haya decepcionado tanto. En honor a la verdad he de reconocer que el problema han sido más mis expectaciones que el propio libro. En un principio esperaba encontrar sus apuntes para preparar las clases. ¿Cuál sería la mejor forma de explicar a los zagales qué era el Demiurgo? ¿Ésta o ésta otra? Pero no. Después pensé que sería un día a día pormenorizado, de todo un curso, de lo que iba explicando en clase. Tampoco es el caso.

El libro es lo una recopilación de anécdotas, sin demasiado interés ninguna de ellas, sobre lo que va pasando en sus clases. Que les intenta explicar nosequé y se la lían, que otro profe los trata de inútiles y está de acuerdo, que le vacila a uno por sus creencias religiosas. No tengo nada que destacar de todo el libro. Y el autor en varios aspectos (como imponer su punto de vista como el válido en los debates) consigue caerme mal. No os lo recomiendo.

En definitiva. 4 libros, todos ellos leídos en las 2 primeras semanas del año y el resto cero. Llevo una larga racha bastante decepcionado con mis lecturas :(

07 marzo 2012

Perdiendo la fe en la humanidad

Piensa en lo estúpida que es la persona media. Ahora date cuenta de que la mitad de la población es incluso más idiota aún.
George Carlin

Hoy en día una ardilla podría cruzar España de punta a punta sin tocar el suelo, saltando de una cabeza de gilipollas a otra.
Anónimo