08 octubre 2018

Dropkick Murpys - Barret's Privateers

Hoy quiero compartir con vosotros la última canción que no me saco de la cabeza.
Antes de liarme os la pongo. Tenéis la letra y su traducción (casera, no me lo tengáis muy en cuenta) a la derecha.



Oh, the year was 1778
How I wish I was in Sherbrooke now
Well a letter of marque came from the king
To the scummiest vessel I've ever seen
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

Oh, Elcid Barrett cried the town
How I wish I was in Sherbrooke now
For twenty brave men all fishermen who
Would make up for the Antelope's crew
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

Now the Antelope she was a sickening sight
How I wish I was in Sherbrooke now
She'd a list to the port and her sails in rags
And the cook in the scuppers with the shakes and the jags
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

And on the King's birthday we sailed away
How I wish I was in Sherbrooke now
We were 97 days from Montego Bay
We were pumping like madmen all the way
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

And on the 98th day we sailed again
How I wish I was in Sherbrooke now
With a big fat American hove in sight
Our cracked four pounders made to fight
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

That Yankee she lay low with gold
How I wish I was in Sherbrooke now
She was big and fat and loose at the stays
And to catch her took us three whole days
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

Well at last we stood two cables away
How I wish I was in Sherbrooke now
Well our cracked four pounders made an awful din
But an American ball come staved us in
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

Now the Antelope shook and she pitched on her side
How I wish I was in Sherbrooke now
Well Barrett was smashed like a bowl of eggs
And the main truck took off both my legs
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers

So here I lay in my 23rd year
How I wish I was in Sherbrooke now
Well it's been 6 years since we sailed away
And I just made Halifax yesterday
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers
God damn them all! I was told
We'd sail the seas for American gold
We'd fire no gun, shed no tear
But I'm a broken man on a Halifax pier
And you'll never find a better man far or near
I'm a broken man on a Halifax pier
The last of Barrett's Privateers




Oh, corría el año 1778
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
El rey concedió patente de corso
al navío más mierdoso que haya visto nunca.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

Oh, Elcid Barrett lo pregonó por toda la ciudad
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
y cuarenta hombres valientes, todos ellos pescadores,
formarían la tripulación del Antílope.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

El Antílope daba lástima verlo.
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Escoraba a babor, las velas eran harapos
y el cocinero tenía tics y temblores de alcoholismo
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

Soltamos amarras el día del cumpleaños del rey.
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Estábamos a 97 días de Bahía Montego
y fuimos achicando agua como locos cada uno de ellos.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

Y el 98º día zarpamos de nuevo
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
En cuanto apareció en el horizonte una gorda (nave) americana
preparamos nuestros cochambrosos cañones para el combate
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

La yanki iba cargada a rebosar de oro
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Era grande y gorda y sus velas lánguidas carecían de viento a favor
y alcanzarla nos llevó tres días enteros.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

Por fin la tuvimos a distancia de tiro*
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Nuestros cañones hicieron un estruendo horrible
pero un cañonazo americano nos alcanzó.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

El Antílope se estremeció y empezó a ladearse sobre un costado,
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Barret reventó como una cesta de huevos
y parte del mástil principal se llevó mis dos piernas
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.

Así que aquí estoy, con 23 años
Cómo desearía estar en Sherbrooke ahora...
Han pasado 6 años desde que zarpamos
Y justo ayer conseguí llegar a Halifax
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
El último de los corsarios de Barret.
¡Dios los maldiga a todos!
Me dijeron que surcaríamos los mares en busca del oro americano,
que no dispararíamos un arma, ni derramaríamos ni una lágrima
pero ahora soy un hombre roto en un muelle de Halifax,
y jamás encontrarás a un hombre mejor cerca o lejos,
El último de los corsarios de Barret.

*dice que la tienen a 2 cables = 370 metros



¿Qué tiene esta canción para gustarme tanto?

Para empezar la ambientación histórica. Parece mentira que venga de la mano de un grupo de punk irlandés. Y no es una excepción, bastantes canciones suyas son similares e incluso las que no suelen tener unas letras muy interesantes.

La letra. La historia que cuenta (y la forma de contarla, sobre todo) me parece buenísima. Te anuncia desde el principio que es un hombre roto y te va contando la historia de qué le pasó hasta que, al final, todo encaja. Destacan el humor negro, la crudeza y la fatalidad. Se ve desde el principio que están abocados al fracaso: pescadores metidos a piratas, su barco es un asco; escorado, velas hechas harapos, cocinero alcohólico. Se pasan el viaje achicando agua, el barco americano es grande y va cargadísimo de oro y aun así tardan 3 días en alcanzarlo... y a la primera les revientan. ¿Cómo iba a suceder de otra manera?

El ritmo, muy machacón, casi militar. Sencillo y pegadizo (pa-ta-pam pa-ta-pam...) hasta que llega a ser casi enfermizo.

Los instrumentos, o mejor dicho, la falta de ellos. Tambor, voz principal, y el coro, que no hace florituras, adornos ni segundas voces, se limita a reforzar fragmentos de la voz principal.

El cómo encaja todo. Me parece redonda. Es casi un sea shanty, muy acorde con la letra. El tambor marcando el ritmo militar, de nuevo acorde con los pescadores reclutados para hacer de piratas.
Me encantan también las repeticiones a un nivel obsesivo. No sólo por el tambor, sino por repetir una y otra vez las mismas frases. Es como si la mente del protagonista volviera una y otra vez a la misma idea mientras intenta contarnos su historia. Van cobrando más y más sentido conforme avanza en su historia. Y el que se repita la última parte dos veces seguidas casi parece indicar que mientras contaba su historia se le ha terminado de ir la olla por completo, siendo el "y jamás encontrarás a un hombre mejor cerca o lejos" casi una incoherencia.
Y las repeticiones son justo lo único que remarca el coro, como si el trauma hiciera que oyese las voces de sus compañeros muertos.




Me parece todo un temazo. Si la habéis encontrado interesante echadle un ojo una oreja a los Real McKenzies que merecen mucho la pena.

Aquí os dejo una página de la wikipedia sobre la canción. La original es de Stan Rogers en 1976, pero los McKenzies la versionean cojonudamente sin convertirla en ninguna mierda rara.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿debería haber un club de depresivos anónimos??
En mi imaginación es algo así como un club de la pelea.

Gaueko dijo...

En la mía es cada uno de esos bares; pequeño, oscuro, permanentemente casi vacío. Cualquier noche entre semana podrás encontrar a un cliente sentado en una mesa apartada, ropa arrugada, mal afeitado, y con la mirada perdida en el fondo de su vaso.

Los depresivos no son gregarios. No montan clubs, buscan lugares aislados donde ahogar sus penas.