29 junio 2025

Mi despertar financiero - I

El año pasado fue un año de grandes cambios respecto a mi relación con mis dineros y ahorros. Pero antes necesitaréis algo de contexto.

Siempre he sido la clase de persona que no quería preocuparse por algo tan banal como el sucio dinero. De hecho mi ideal de vida era poder hacer la compra sin tener que mirar el precio de las cosas y no tener que tener en cuenta cosas como que en el Mercabrona los yogures están 5 céntimos más baratos así que hago esa parte de la compra allí y el resto en el SuperNabo. Poder liberarme de eso me permitía dedicar el tiempo de CPU de mi cerebro a cosas más interesantes.

Y aplicaba la misma máxima a todos los gastos menores. Vivía en el nirvana económico de la despreocupación absoluta y sostenible, pues mis ahorros seguían creciendo año tras año. No tengo grandes gastos, no tengo gustos caros y un sentido de culpa hace que controle mucho lo que me fundo en caprichos, por lo que cumplir con ese ideal me resultaba fácil... Hasta hace poco.


Ya había algunas cosas que me rechinaban un poco aunque no llegasen a quitarme el sueño. Como que el banco en el que abrí cuenta de adolescente y en el que tenía todo me estuviera sacando los cuartos todos los años en mantenimientos de cuenta y de tarjeta. Y cuando me compré el coche y descubrí que también me cobrarían comisión por transferencia y tuve que sacar la pasta y llevarla en mano al banco del concesionario para hacer el ingreso. Y aun así para mí dolía más el tener que molestarme en cambiar de banco que lo que me sisaban.

Hasta que en 2022 la inflación se disparó al 11%. A esas alturas yo tenía los ahorros que se iban acumulando poco a poco en una cuenta (que oh sorpresa no me daba nada) y de repente me llevé el bofetón de realidad en forma de ¡hostiaputa!, que este año se ha evaporado una cantidad importante de lo que había ahorrado. El ahorro de un montón de meses se ha ido por el retrete así por las buenas.


Como el reposo y la inacción son mi estado natural y me cuesta mucho vencer la inercia no fue hasta el año pasado que por fin me decidí a hacer algo con mis dineros y empecé a moverme. Revisé qué condiciones de cuentas ofrecían distintos bancos y acabé haciéndome una Cuenta Online en el BBVA, con 0 gastos de mantenimientos de cuenta y sin comisiones por nada. Pasé allí todo lo que tenía y cerré cuenta en mi banco de siempre. Es curioso cómo pierden el culo por ofrecerte cosas cuando les mandas a pastar...

Pero no me quedé conforme. Que mi banco no me sise me parece cubrir lo básico, un primer paso. Seguía necesitando protegerme contra la inflación. Así que tras toda una vida siendo por decisión propia un completo ignorante en todo lo relativo a gestión de finanzas personales acabé haciendo una apuesta de poco riesgo. Dado que jamás confiaré consejo de un banquero sobre qué hacer con mi dinero (van a velar por sus propios intereses y los del banco antes que por los míos) me busqué la vida y me decanté por la mejor opción que pude encontrar: Me hice una cuenta en Raisin, pasé allí casi todo el parné y lo distribuí de la siguiente manera.

  • 2/5 partes a plazo fijo a 1 año en un banco italiano al 3.65%
  • 2/5 partes a plazo fijo a 2 años en un banco portugués al 3.65%
  • 1/5 en una cuenta de ahorro en un banco de Suecia al 3.29% (ahora ha bajado hasta el 2.17%, va con los tipos de interés del BCE), pudiendo disponer de él cuando quisiera.

¿Que qué es Raisin? Es una "plataforma de ahorro" (signifique lo que signifique eso) que opera por internet. En realidad es una institución de crédito con sede en Alemania. Saber que se rige por la ley europea y tiene la sede en un país serio y no en las bahamas ya es cierta garantía. Hace de intermediaria permitiendo a ciudadanos de España acceder a depósitos de bancos de toda Europa. Y si pasa lo inesperado y quiebra el banco el fondo de garantías europeo cubre la pasta.  Y lo mejor: Raisin no te cobra nada por el servicio, le pagan los bancos por llevarles clientes, win-win para todos. Menos para los bancos españoles que pierden un cliente, por gilipollas.

El caso es que los bancos españoles son, por decirlo suavemente, un poco como el Lazarillo de Tormes. Y cuando los tipos de interés del Banco Central Europeo están al 4% ellos te dan un 2%. Y cogen tu dinero y lo meten en el BCE quedándose la diferencia por no hacer nada. En cambio los bancos de otros países de Europa parece que tienen más competencia y ajustan mucho más el rendimiento que pueden ofrecerte. O eso dicen las malas lenguas...


Por si alguien se lo pregunta de momento mi experiencia con Raisin está siendo impecable. Cero problemas. La cuenta de ahorro me daba los intereses trimestrales puntualmente, el depósito italiano ya ha vencido y lo he cobrado con los intereses que tocaba y durante este año he metido y sacado dinero en la cuenta de Raisin a placer. 

En este último año, desde que di el primer paso en lo que llamo mi despertar financiero, he estado revisando qué más opciones tengo, dónde puedo jugarme las perras y ya no sólo conseguir vencer la inflación sino conseguir que crezca. He creado un plan a largo plazo y justo por estas fechas estoy empezando a ponerlo en marcha.

Entraría en detalles pero...



                                        ...eso ya da para otro post.

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