El hombre-bola es una técnica para afrontar problemas variados, frecuentemente relacionados con mujeres.
¿Quién no conoce el bicho-bola, esa especie de cochinilla que cuando se le molesta se hace una pelotilla apretada?
De ahí viene el hombre-bola. Si por ejemplo una fémina te pegunta ¿Qué sientes por mí? ¿Me quieres? ¿Estamos saliendo o qué?, o cualquier otra pregunta de esas para las que no solemos tener respuesta inmediata, la técnica del hombre-bola es la solución.
Es muy fácil. Simplemente ve encogiéndote a medida que aumente la tensión en el ambiente hasta que estés abrazándote las rodillas y con la cabeza oculta entre las piernas. No digas nada ni te muevas hasta que el peligro haya pasado. Si la situación es extrema puedes tratar de rodar hasta un lugar seguro.
Ésta técnica ha sido ideada por expertos en temas sociales y testeada sobre el terreno. Si alguna vez tu pareja te dice:
- Tenemos que hablar… ¡y no te hagas bola!
Es que dominas la técnica, ya no tienes nada que temer.
Nota: Se ha comprobado que el uso de esta técnica en otros ámbitos como el laboral o en entierros puede tener efectos adversos como el despido inmediato o el ingreso en un psiquiátrico. Se recomienda encarecidamente restringir el "hacerse bola" únicamente a situaciones socio-afectivas.
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