25 enero 2006

Qué jodido es sentirse solo...

Hoy estoy algo nostálgico. Revisando escritos antiguos he encontrado éste escrito. Debía tener unos 17 al escribirlo. Me ha hecho gracia nada más verlo y he revivido viejas sensaciones.


LA TIENDA DE CAMAS


Hace años que tengo la misma paranoia, siempre de noche, volviendo de lo viejo, en el mismo lugar. Es una tienda de muebles, haciendo esquina, con camas en el escaparate. Voy andando y veo una cama, dos camas, tres camas...Todas cuidadosamente hechas. Doblo la esquina y veo... Una pareja. Durmiendo en la última cama. Me quedo inmóvil frente al escaparate, boquiabierto. Él está boca arriba, ligeramente incorporado, con su cabeza apoyada sobre ella. Y ella duerme abrazada a él, con su cabeza descansando sobre su pecho desnudo.

Veo que son felices, que se han entregado completamente el uno al otro, superando todo tipo de barreras, que son uno, se aman. Su sentimiento es puro, sincero y sencillo, tan sencillo como una tienda de muebles...

Y por un momento me doy cuenta de que yo soy él, de que por fin estoy con ELLA, esa chica que aún no tiene rostro pero a la que quiero con todo mi ser. La que forma la mejor parte de mí mismo y yo la mejor de ella. Somos uno, un solo ser sincero, sencillo y cálido que duerme abrazado...

Pero entonces desaparecen. Y sólo queda una cama, una cama fría, vacía y cuidadosamente hecha. Y me doy cuenta de que sólo ha sido una ilusión, de que en realidad sigo estando tan solo y vacío como esa cama. A pesar de estar diseñado para albergar a alguien en mi interior como esa estúpida cama de escaparate. Y empiezo a dudar de que algún día llegue a dejar de estar solo, vacío y triste.

En ese momento una única lágrima se desliza por mi mejilla. Meto las manos en los bolsillos, hundo la cabeza en los hombros y mirando al suelo me voy a casa. Me meto en la cama e intento olvidarlo, pero nunca lo consigo...

Y cada sábado, de noche, cuando volviendo a casa paso por delante de la tienda, veo la misma imagen. Y lo más triste es que si no cambio de ruta es porque, en el fondo, siento que esa es la única manera de verme como tanto deseo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que deja claro es que uno puede reirse mientras llora :_)