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Lo que sigue es una lista de lo que me mueve a convertirme en ex-fumador. La idea es escribirla para tenerla clara y a mano para repasarla en los momentos de debilidad.
1- Apesto. Mi ropa apesta a tabaco, y mi pelo, y mi aliento y mi cuarto, y mi coche, y...
2- Asco. Se me forma una costra amarilla sobre la lengua. Supongo que la misma costra recubre toda mi garganta y pulmones, porque estoy tosiendo y escupiendo flemas como si estuviera acatarrado casi de continuo.
3- Beso con sabor a cenicero. Y probablemente todo lo que como y huelo también lo tenga, pero estoy acostumbrado y no lo noto.
4- Color de dientes. Amarillean.
5- Las paredes de mi cuarto, monitor, PC, cuadros, etc. Están también coloreados y cubiertos con esa sustancia amarilla. Esa que si exhalo profundamente sobre un kleenex recién levantado se queda pegada. A veces hasta mis putos dedos amarillean.
6- Soy un puto esclavo del tabaco. No voy a ninguna parte sin él. Si se me agota estoy estresado y ansioso hasta que compro. Si no puedo comprar soy capaz de fumarme las chustas del cenicero, o fumar negro, o puros...
7- Soy un puto yonki. Cualquier situación es buena para fumar. Para celebrar algo, para consolarme, para relajarme, mientras bebo una copa, estando de charla, por matar el tiempo mientras espero, para distraerme haciendo una pausa, para ayudarme a pensar... Todo momento es buen momento para fumar. La buena noticia es que la adicción NO es para tanto. No me despierto en mitad de la noche entre sudores por la necesidad de fumar, paso esas 8 horas perfectamente. Y al dejarle estaré nervioso e irritable, pero no me querré morir.
8- Paquete al día. Eso son unos 3€. 21€ por semana. 90€ al mes. 1.100€ al año, el sueldo de un mes. Con eso me podía pegar unas vacaciones de puta madre en cualquier sitio.
9- Jadeo y toso por subir un puto tramo de escaleras. A poco que haga ejercicio me falta el aliento y me tengo que retirar, completamente agotado. Es vergonzoso. Por no hablar de cuando me duelen los pulmones y me acojono vivo.
10- Es probable que me mate. De hecho la muerte es lo de menos. Lo realmente jodido es que me joderá la vida hasta el final. Cada vez tendré más problemas para respirar, tendré más flemas y toses, oleré peor, todo estará más amarillo. Peor que morir es acabar como esos viejos que tienen un agujero en la garganta por el que se limpian las flemas con un pañuelo y usan un altavoz raro para hablar. Hasta se colocan el cigarro en ese agujero para seguir fumando. O quedar atado a una bombona de oxígeno porque mis pulmones estén tan llenos de mierda que por sí solos no basten para mantenerme vivo.
Cada cigarro que consiga no fumar será un paso hacia lo siguiente:
- Mejor olor
- Sin toses ni flemas.
- Fin del sabor a cenicero.
- No más amarilleo.
- Libertad. No depender de él ni tener que asegurarme de llevarlo siempre encima.
- 1.100€ extra al año.
- Dejar de pasar vergüenza en judo. Por no hablar de si alguna vez mojo.
- Vivir más, y sobre todo, vivir mejor. No malvivir en una agonía de falta de aire y flemas.
3 comentarios:
Animo, yo lo dejé en noviembre del año pasado y ha sido la mejor decisión que he tomado. He recuperado olfato, gusto y aliento que no me imaginaba que tenía.
Fui incapaz de dejarlo a huevo, pero con el Zyntabac fue muy facil, y eso de que es muy caro es muy relativo porque a mi me costaba un poco más barato tomar las pastillas que seguir fumando, y cuando dejes las pastillas no veas la de pasta que ahorras.
Saludos
Ánimo, niño. Es totalmente posible dejarlo, te lo digo por experiencia. Y aunque la parte esa de que tus besos no sabrán a cenicero, por la parte que me toca me resulta un motivo atractivo... :P Creo que el más importante de todos es tu salud, no sólo tu salud física, si no tu salud mental. Librarse de una adicción hace que uno vea la vida de otro modo ;)
Ánimo!
PD: Me das permiso para tirarte las cajetillas y apagarte los cigarros cada vez que te vea uno en la mano? :P
Entre el 3 y el 7% de los que intentan dejarlo "a puro huevo" lo consiguen.
No es muy alentador :(
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