29 marzo 2006

COSTUMBRES EXTRAÑAS

Hoy quiero hablaros sobre una extraña costumbre que SEGURO que más de uno comparte conmigo, se trata del antiguo arte de....

ENSAYAR CONVERSACIONES MENTALMENTE

Porque, sinceramente, ¿quién no lo hecho alguna vez, en mayor o menor medida?
El ejemplo más corriente es, sin lugar a dudas, el ensayo repetido de variaciones de saludos, puede que incluso delante de un espejo y sintiéndose como un completo estúpido:

- ¡Hola guapísima!, ¿qué tal estás? (nonono, demasiado emotivo)
- Buenas (joder, demasiado informal)
- Gesto con la cabeza (ni hablar, muy frío)
- Hola sonrisa - no nos han presentado... (pensará que soy imbécil)

Por lo general se ensaya ante citas importantes que tendrán lugar en un futuro próximo, como cuando hemos conseguido quedar con alguien que nos gusta o que nos puede dar trabajo.

Y hasta aquí es donde suelen llegar los amateurs sin imaginación. A poco vivo que sea el mundo interior del conversador imaginario, éste irá perfeccionando su dominio del arte en progresión geométrica.

Comenzará por prescindir del espejo y su creciente imaginación poblará sus fantasías, enriqueciéndolas con un interlocutor y un poco más delante de un entorno en vez del clásico fundido en negro. Llegaráun momento en que el su interlocutor hable en respuesta a sus palabras y deje de ser un monigote al que soltarle monólogos. Ensayará la misma conversación una y otra vez, probando infinitas variaciones en los diálogos y en las reacciones del interlocutor. Los añadidos en el entorno también serán progresivos, del fondo negro pasará a algún lugar conocido. Poco a poco irá adquiriendo variedad de lugares y situaciones, incluso lograrámantener conversaciones imaginarias en lugares en los que nunca haya estado antes y será capaz de decir con exactitud el color de las paredes y los adornos de la habitación, si hacía sol o llovía, cuánta gente había alrededor y quéhacían...

Llegará un momento en que las conversaciones imaginarias, por muy ricas en detalles y variadas que sean, no le llenen como antes. Una vez en éste punto comenzará, tímidamente al principio, a salirse del cerco y explorar nuevas posibilidades. Las chicas en general, y los chicos más sensibles, darán largos paseos románticos agarrados de la mano de sus amores imposibles, caminando descalzos sobre la hierba o la arena con una hermosa puesta de sol como telón de fondo mientras se hacen arrumacos.

Los chicos en general, y las chicas más guerreras, protagonizarán luchas y peleas encarnizadas y sangrientas, dignas de cualquier película de acción, en la que el vapuleado sea cualquier persona que caiga mal.

Los más osados e imaginativos podrán alcanzar el nirvana de los conversadores imaginarios, una especie de autismo autoinducido en el que cualquier contacto con la realidad se reducirá al mínimo por ser aburrido y tedioso. Será más real y placentera la vida en el mundo imaginario.

Pero lo cierto es que me estoy desviando del tema. Lo que hoy quiero haceros llegar a todos vosotros no es sino una advertencia. Prestad atención:

Es peligroso orientar vuestras conversaciones imaginarias hacia el pasado, especialmente hacia los momentos tristes o dolorosos en que algo haya salido mal, o hayáis metido la pata con objetivo de hacerlo mejor esta vez.

Tamaña aberración no os conducirá más que a una espiral de culpa y angustia en la que ensayaréis mil veces el mismo momento, de formas distintas, todas exitosas, que no supisteis llevar a buen puerto en su momento.

Al nirvana de a imaginación sólo se llega a través de ensoñaciones inocentes, sobre el futuro o completamente desvinculadas del tiempo. Ensoñar sobre el pasado de ésta manera sólo os atará a él y a la realidad con las cadenas de la culpa, vergüenza y autodesprecio.

2 comentarios:

Lluvia dijo...

Las ensoñaciones que le pueden llevar a uno al nirvana no siempre son inocentes... xD

Quítale al jesuita el teclado, hazme el favor :P

Bromas a parte, estoy de acuerdo con casi todo lo demás.

Querer basar el futuro en una forma perfeccionada del pasado es un error.

Del pasado se aprende, pero hay que saber dejarlo atrás a tiempo.

Alguien me leyó un aforismo sobre una persona a la que empujaban desde atrás en su camino, a la vez que era empujada también desde alante. Eso le impedía avanzar. Pero lo que sobre todo hacía su camino imposible, era él mismo, que se empeñaba en seguir caminando con ambos... :P

Un besito.

Gaueko dijo...

:)

Hoy me siento más identificado con el aforismo del tío que tiene un agujero enorme en la cabeza, y la gente mira impresionada por él. él se siente molesto y ofendido porque le distraen de su trabajo y se siente excluído porque también quiere mirar pero no puede...

¿un poco raro no?