08 febrero 2006

Pon un poco de estoicismo en tu vida

     Qué grande debe ser saber bastante de filosofía. Es un campo que la gente verdaderametne subestima, pensando que es algo inútil. ¿Cómo van serlo las opiniones de grandes pensadores sobre diferentes aspectos de la vida? (a menos que uno no se plantee ese tipo de preguntas).

     La filosofía puede ser una herramienta muy útil cuando se sabe orientar a la práctica, como bien demuestra Lou Marinoff en "Más Platón y menos prozac", pues nos ofrece multitud de "enfoques" distintos a cualquier situación de la vida cotidiana, a preguntas "serias" de eses que se hace la gente con inquietudes.

     Ultimamente me he fijado en los estoicos. Decían básicamente que no permitas que tu felicidad dependa de cosas que no puedes controlar. El ejemplo más típico sería el basar la felicidad en el dinero. Por muchas precauciones que tomes la fortuna no siempre estará de tu parte. Si permites que tu felicidad dependa de una vida de lujo si tu negocio no prospera y se hunde o te roban (cosas que por muchas precauciones que se tomen uno realmente no puede controlar) te conviertes en un infeliz. O si tu opinión de tí mismo depende del reconocimiento externo, si necesitas destacar sobre los demás para sentir que eres alguien, ¿qué clase de vida te espera? ¿Y si no se reconoce tu esfuerzo como tú esperas? Vivirías infeliz y frustrado.

     En mi caso estoy aplicando la visión estoica a lo que considero necesario para ser feliz. Parte de ello era tener pareja. Tras una relación sentimental muy larga uno se acostumbra MUCHO a sentirse amado y a amar a otra persona, a tener a alguien en tu vida. En el momento en que la relación acaba uno se ve perdido, siente que le falta algo "esencial" en su vida. Y realmente se siente sólo y desgraciado.

     Ahi entra en juego el estoicismo. No puedo depender tanto de una relación sentimental, del afecto de otra persona, para sentirme bien y completo. No depende de mí encontrar a alguien afín. Debo redescubrir quién soy sin esa parte que siento que me falta, aceptarme y adaptarme y no necesitar a un "elemento externo" para SER. Debo aprender a estar solo sin sentirme solo, a vivir la soledad sin padecerla.

     Hasta ahora en mi puchero filosófico el hedonismo burbujeaba como una consecuencia lógica directa del nihilismo, un pelín soso quizás. Ahora comienzo a creer que cierto toque de especias estoico podría mejorar el sabor del guiso. A ver que tal sale.

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